Segundo Tomo: El Monstruo está cabreado

30 años, soltero, Alex Madson, conocido comúnmente como Alexmad, escapa de la cárcel comercio con pipas de girasol y cae de cabeza contra una piedra, afortunadamente de plástico, perdiendo completamente el conocimiento. En su travesía por los mares del sur en los del Norte hace mucho frío, Alexmad tropieza con un cocotero y se da cuenta de que ha llegado a una isla. En su llegada, se percata de un hallazgo muy importante para él:

Oh My Godness, äi_PéRsöNÁH!!!!!!1

Una vez percatado de la situación, decide investigar en la isla y se mete en la casa de una ancianita. Como en el Mundo Pokémon todos son muy confiados, a Alexmad le faltó el canto de un duro para caerse al suelo al presionar con demasiada... blablabla. Llega al ordenador intel7 de la abuela y busca en interné, y descubre la historia de la isla. Por lo visto, tres marujas, conocidas como Moltres, Zapdos y Articuno se montaron una huerga padre al participar contra Mewtwo en un grupo de tira cómica lógico, sus nombres van con números. Como perdieron, se lio la de Dios y dispararon tanto láser que acabaron creando una isla. En esa isla, petrificaron a Mewtwo y lo encerraron en una jaula.

Ahora nuestro héroe porque no tenemos otro deberá luchar por evitar que Mewtwo despierte y se meriende la isla entera; para ello, charlará con la profesora Kari y seguirá sus instrucciones para sobornar al trío de bestias legendarias y así perpetuar la estancia de Mewtwo en la jaula durante un millón de años más. Sin embargo, el camino no es sencillo, porque el trío se impacienta y la isla se mueve más que una bola de nieve en medio de una competición de esquí, y deberá andarse con ojo con los chanchullos que se mueven en la isla opiáceos y ese equipo malvado que siempre lleva medias en la cabeza, aka, Equipo Umbreon.

¡Prepárate para vivir una aventura única... si es que llegamos...!

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Quiero agradecer a [MENTION=12268]alexMAD[/MENTION] por su historia, correspondiente al hack de Pokémon Mitic Island, y mis más sinceras disculpas si alguna parte del escrito resulta ofensivo para cualquiera de los lectores.